Errores a evitar como nuevo manager

Empezar en un empleo nuevo siempre tiene dificultades. Hay que superar la curva de aprendizaje y no siempre lo conseguimos tan rápido como nos gustaría. En ese periodo es inevitable equivocarse y cometer errores. Cuando una persona promociona para gestionar un equipo de personas, se genera una situación parecida donde, además de nuestras habilidades técnicas (hard), será necesario dominar nuestras habilidades personales (soft). Veamos algunos de los errores más comunes de los nuevos (y no tan nuevos) managers:
  1. Microgestión. Al principio cuesta asumir el nuevo rol en el día a día. Esto lleva a confundir las responsabilidades y tareas anteriores con las nuevas. El objetivo ahora debería ser apoyar a su equipo para alcanzar el éxito. Cuando se mantiene la mentalidad anterior a la promoción, se tiende a hacer dos trabajos a la vez: gestionar el grupo y hacer lo que se hacía anteriormente. Esto acaba suponiendo que haga trabajo por los demás. La inseguridad lógica de las nuevas responsabilidades hacen que los nuevos managers sean reacios a delegar tareas. En realidad, hay que formar al equipo para que asuma nuestras tareas anteriores y para que nosotros podamos asumir nuestro nuevo rol.
  2. Tratar a todo el mundo por igual. Es la manera más fácil a corto plazo de evitar conflictos, pero ser justo no es ser equitativo. En el equipo hay tantas motivaciones, necesidades y expectativas como personas, por lo que será necesario conocer bien a todos los miembros del equipo y hacer una gestión personalizada.

  3. Pretender conocer todas las respuestas. El error de verdad suele llegar cuando el manager no reconoce su vulnerabilidad. Nos han vendido la idea de que un buen profesional lo sabe todo de todas las áreas y eso es imposible. Si no sabemos algo, no tiene sentido que finjamos saberlo. Como dice el dicho popular, "es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y demostrarlo". Está totalmente permitido no saber algo, ¡faltaría más! Actuar como si lo supieramos todo, sólo nos hará parecer arrogantes y cometer errores por falta de conocimiento.
  4. Evitar el conflicto. Tim Ferris dio una vez que "el éxito de las personas en la vida se puede medir por el número de conversaciones difíciles que han tenido". Los nuevos managers tienden a evitar el conflicto, sobre todo al principio. Sin embargo, no afrontar el conflicto no implica que vaya a desaparecer. Si se ignora tenderá a crecer hasta que se haga imposible de gestionar. Es mejor dar feedback de forma regular y asertiva para detectar y atacar al conflicto en sus primeras fases.
  5. No compartir los motivos. Motivar es dar motivos, explicar por qué es importante que se haga lo que se tiene que hacer. Los nuevos managers tienden a asumir que eso se da por supuesto, pero no siempre es así. Si los colaboradores son conscientes del impacto real de su trabajo, se sentirán importantes, mucho más motivados y responsables.
  6. No definir claramente los objetivos. El hecho de no conocer bien a los miembros del equipo puede generar que el nuevo líder no sepa hasta que punto puede obtener resultados del mismo. Lo ideal es que la empresa disponga de indicadores en todas las áreas. Además, el hecho de ir cumpliendo objetivos también puede tener un efecto altamente motivador para el grupo.
  7. Querer hacer muchas cosas en muy poco tiempo. Es el efecto que Emilio Duró define como el "tonto motivado". No sabemos, no conocemos, no tenemos visión global, pero sí tenemos muchas ganas de demostrar cosas, por lo que no dejaremos de meter la pata. Además, el cambio tiende a generar rechazo en los grupos, por lo que si pedimos muchos cambios en muy poco tiempo, generaremos conflicto y problemas de adaptación por parte del equipo. Es mejor ver, analizar, tratar de entender por qué se hace lo que se hace y, cuando ya se tenga todo claro, empezar a implementar mejoras.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Echa la culpa a otro. Serás mediocre pero feliz

Delegar no es asignar tareas

Ventajas y desventajas de la subcontratación