Plan de comunicación (de verdad)

Lo queramos o no, la comunicación está omnipresente en toda organización. Por eso, entender el intercambio de informaciones y relaciones entre las diferentes personas es una primera necesidad. Sin embargo, son muchas las empresas que carecen de un plan de comunicación interna y no prestan atención a este aspecto. Suele caerse en la incongruencia de alardear de la importancia de las personas en la organización y, en cambio, nadie se preocupa de comunicar bien y alinear a la plantilla con los valores y la misión de la empresa. Las épocas en las que la información era poder quedaron atrás. Ahora tiene más poder el que más información comparte en provecho del desarrollo profesional y personal de sus equipos. Seguimos dejando que determinados aspectos fundamentales se transmitan a través de los canales informales con los peligros que ello implica.

Un sistema de comunicación eficaz no debe limitarse a un buzón de sugerencias que no se mira nunca. Se trata de un proceso de intercambio de información. La comunicación no sólo busca transmitir información, sino que también puede ser una herramienta de motivación, mejora de procesos, mejora del sentimiento de pertenencia, mejora la imagen de marca, incremento de cohesión, intercambio de conocimientos, etc. 


El Plan de Comunicación debe ser integral, es decir, tiene que considerar a todas las personas que entran en contacto con la organización: trabajadores, clientes, proveedores, instituciones, etc. Por este motivo, conviene diferenciar entre el Plan de Comunicación interno y el externo, ya que los destinatarios de esa comunicación serán diferentes y sus objetivos concretos no coincidirán. En cambio las estrategias y las herramientas pueden interactuar. Precisamente el análisis de esos destinatarios serán fundamentales para elegir el canal y los tipos de mensajes que transmitimos, ya que cada audiencia estará interesada en temas diferentes. Por este motivo será bueno tener un análisis demográfico de los receptores de los mensajes: edades, antigüedad en la empresa, lugar de trabajo, profesión, titulación académica, etc.

En la actualidad, hablar de canales de comunicación es casi como hacerlo de redes sociales. El mundo 2.0 supone la bidireccionalidad en la comunicación, algo que desde RRHH siempre nos ha parecido fundamental. Si nos planteamos la posibilidad de comunicarnos a través de ellas (no siempre será la mejor opción), será básico analizar en cual de ellas está presente nuestra audiencia. No es lo mismo Facebook, Twitter o Tuenti.

Es imprescindible que la comunicación corporativa confluya con la línea de Dirección y de RRHH porque todas ellas forman parte de un todo que es la gestión de empresa. También es básico que la Dirección esté dispuesta a escuchar activamente, algo que parece fácil pero a la práctica no lo es.


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