No salgas de tu zona de confort: busca tu Flow

Cada vez hay más voces críticas con la idea de que para ser feliz y crecer como persona, debemos abandonar nuestra zona de confort. Esto eleva nuestro nivel de estrés muy por encima de lo deseado, pero se supone que después de un tiempo habremos aprendido nuevas estrategias y nos habremos adaptado al nuevo entorno. Entonces estaremos de nuevo en nuestra zona de confort (será una zona nueva, pero volveremos a sentirnos cómodos) y deberemos volver a empezar.
No tengo claro si esto nos hará crecer como personas o no, pero además de ser muy complicado de llevar a cabo en la mayoría de los casos, nos mantendrá en un estado de tensión constante que no es demasiado saludable.

El estrés, como tantas otras cosas en la vida, es positivo en su justa medida. Es necesario un nivel mínimo para desarrollarnos pero es tremendamente perjudicial en exceso. Es por ello que el crecimiento real y saludable se produce cuando, en lugar de salir de nuestra zona de confort, intentamos ampliarla. No es necesario romper con todo y lanzarnos al vacío cada cierto tiempo. 

Sabemos que el desempeño óptimo se produce cuando las personas tienen un nivel óptimo de activación (Ley de Yerkes Dodson)
Por lo tanto, a nivel de productividad y eficiencia, tan malo es conformarme con un nivel insuficiente de estrés como pasarme de frenada.

El nivel de estrés con el que conseguiré mi estado óptimo, mi Flow, esa situación en la que doy lo mejor de mí mismo, dependerá fundamentalmente de cuatro factores:
  • La personalidad de los individuos: Por lo general se plantea que un individuo extrovertido soportará mejor la presión y tendrá por tanto un rendimiento mayor que uno introvertido.
  • El nivel de habilidad: El conocimiento de la actividad, las horas de entrenamiento, por ejemplo, en el caso de los deportistas, harán que les resulte mucho más fácil desarrollar las tareas. En tareas simples o bien aprendidas el rendimiento aumenta a medida que lo hace la presión. En cambio, en tareas más difíciles o desconocidas la relación estress productividad se invierte al llegar a cierto punto. 
  • El rasgo de ansiedad: La confianza en uno mismo es un factor estimulante que otorga seguridad a la hora de enfrentarse a los retos.
  • La complejidad de la tarea: Evidentemente no requiere el mismo grado de atención y no resulta igual de estimulante realizar una tarea rutinaria y repetitiva como puede ser hacer fotocopias, que una más compleja como realizar un informe o preparar un proyecto.
Así que dejemos ya el mensaje de que necesitas vivir en un estado constante de ansiedad para ser alguien en la vida e intentemos ayudarles para saber dónde está su nivel de Flow.

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