8 Características que deben tener los objetivos (además de ser SMART)

Se acerca final de año y es momento de pensar en los objetivos que nos fijaremos para 2020, tanto a nivel de empresa, como de departamento, como individuales.
Supongo que a estas alturas ya sabrás que los objetivos deben ser SMART:
  • Specific (específico)
  • Mensurable (medible)
  • Achievable (alcanzable)
  • Relevant (relevante)
  • Timely (temporal)
Esto es lo que hemos leído infinidad de veces y es lo que siempre se menciona en cualquier curso de formación, pero en mi opinión, nos olvidamos de otras características importantes:
  1. Deben orientarnos a la acción. Los objetivos tienen que movernos de la silla, hacernos hacer cosas. De lo contrario, serán una mera declaración de intenciones.
  2. Tienen que estar alineados, desde arriba hasta abajo. Es decir, Dirección General debe comunicar los objetivos de la compañía, a partir de ellos, cada departamento debe definir los suyos y explicar cómo van a ayudar a conseguir las metas de los primeros y cada colaborador debe definir los suyos para ayudar a conseguir los del departamento.
  3. Debe orientarnos hacia dónde de verdad queremos ir. A veces medimos cosas y fijamos objetivos sobre estos indicadores que no son importantes. Por ejemplo, le pedimos al asistente a un curso que mida su satisfacción con la formación, pero no medimos que repercusión tiene la formación que hacemos en la empresa sobre las ventas o sobre la mejora de la productividad y la eficiencia de los empleados. Aquí será muy útil preguntarnos varias veces "por qué" o "para qué". Por ejemplo:
    1. Por qué hagamos formación de inglés? Porque tenemos que ser capaces de atender clientes en inglés.
    2. Y por qué tenemos que atender clientes en inglés? Porque uno de nuestros mercados principales es Estados Unidos.
    3. Y por qué queremos atender los clientes de Estados Unidos en inglés? Para poder cerrar ventas.
    4. Así, por lo tanto, un buen objetivo sería un crecimiento determinado de las ventas en Estados Unidos.
  4. Necesitamos KPIs. Aunque en muchas organizaciones pequeñas y medianas sean difíciles de conseguir, cuantos más KPIs tengamos, más información tendremos sobre dónde es realmente necesario incidir.
  5. Mientras diseñemos los objetivos, debemos ser conscientes de que todos los que estamos en la empresa estamos orientados a aportar nuestro granito de arena para vender más. Todo lo que no ayude a vender más o a gastar menos, no tiene valor estratégico.
  6. Los objetivos no deben solaparse. Por ejemplo, si mejoramos "tiempo de entrega al cliente" es muy probable que estemos mejorando la "satisfacción del cliente".
  7. Pueden ser interdepartamentales. Aunque parezca muy evidente, no es habitual que se definan objetivos anuales sobre los que incide el trabajo de varios departamentos.
  8. Deben ser recompensados de alguna manera. Si conseguir el objetivo y no conseguirlo van a tener las mismas consecuencias para mi, es posible que mi implicación acabe siendo mínima.

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