Y al final son sólo personas

Podemos teorizar tanto como queramos, pero son sólo personas. 

Nos empeñamos en separarlas en grupos en función de su año de nacimiento y decidimos bautizar con una letra a su generación, pero todas esas personas se siguen sintiendo mucho mejor con un abrazo sincero si están pasando un mal momento, independientemente de su edad.

Intentamos gestionar su felicidad para ponernos nombres súper mega chulis en nuestro perfil de Linkedin, pero todas ellas valoran mucho más la confianza sincera.

Como pensamos que somos líderes de la digitalización en nuestras empresas, fomentamos nuevas formas de comunicación, pero la realidad es que la comunicación cara a cara sigue siendo la más efectiva para ellos con mucha diferencia.

Nos empeñamos en analizar las competencias intangibles en procesos de selección cada vez más sofisticados pero luego no les damos feedback y les tiramos como un kleenex.

Nos llenamos la boca con la palabra flexibilidad pero realmente tememos perder la sensación de control que nos da la rigidez. En cambio, cuando son ellos los que necesitan la flexibilidad, tiramos de Convenio Colectivo.

Mientras pretendemos que sean innovadores, pero seguimos castigando el error y a excluir a aquellas personas que no hacen las cosas como los demás, ellos sólo quieren aportar cosas nuevas y positivas hasta que entienden que eso no es lo que de verdad queremos.

Nos hacemos llamar Recursos HUMANOS, pero somos capaces de discriminar por edad o sexo sin inmutarnos. Posiblemente, por esa falta de humanidad todavía no tenemos claro el nombre que debemos poner a nuestra área.

Intentamos gestionar el mejor employer branding (cuantas más palabras en inglés, mejor que parece más profesional) pero no nos levantamos de la silla para hablar y conocer a nuestra gente de verdad.
Organizamos actividades de Team Building (sí, más palabras en inglés...) pero a ellos les bastaría con un "buenos días" y una sonrisa por la mañana.

Esa es la paradoja: con lo complejas que somos las personas, la sencillez es la mejor herramienta para gestionarlas.


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