El primer paso para que RRHH tenga valor estratégico

Una de las quejas más habituales de los departamentos de RRHH es la cantidad de proyectos que podrían realizarse y que serían muy positivos para la compañía pero que la Dirección General no ve con buenos ojos, sobre todo cuando hay que realizar una inversión económica importante. 

En muchas ocasiones puede dar la sensación de que no nos escuchan, no nos entienden y no tienen en cuenta nuestras "brillantes" ideas. Obviamente, percibimos esto como algo muy negativo para la compañía (y para nosotros como profesionales).

Pero si lo pensamos bien, es difícil entender a alguien que no habla el mismo idioma y que tiene prioridades diferentes. Muchos departamentos de RRHH basan sus propuestas en percepciones subjetivas, en la intuición que les da la experiencia. Con un poco de suerte, además, pueden presentar algún dato que intente sustentar sus propuestas, pero la Dirección General de una compañía sólo habla de euros. El objetivo último de dirigir una empresa es optimizar la cuenta de resultados. Todo lo demás es el medio para lograr este fin. 

A modo de ejemplo:
  • Que la plantilla esté motivada mola mucho, pero ¿cuánto más vamos a ganar si lo están? 
  • Que el absentismo se haya reducido es genial, pero ¿cuánto dinero ahorraremos con esa bajada? 
  • Que hagamos más horas de formación por empleado tiene buena pinta, pero ¿cuánto más vamos a vender gracias a esa formación? 
El objetivo último del departamento de gestión de personas también debe ser colaborar en la mejora de la cuenta de resultados de la compañía. Es por ello que, si realmente queremos tener un peso estratégico en los Comités de Dirección debemos ser capaces de demostrar nuestro valor real para la compañía. 

En la gran mayoría de las empresas, manejamos la partida de presupuesto más elevada de la compañía. Parece lógico pues que nuestras acciones repercutan directamente sobre el mismo y que puedan medirse en términos económicos. De lo contrario, podremos llegar a hacer cosas muy “chulas”, pero difícilmente seremos percibidos como un valor estratégico de la compañía.

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